Los días ‘B’.

Están los días ‘A’, de apasionantes, aventureros, agradables… Los días amarillos, como lo podría definir Abert Espinosa. Y están los días ‘B’, de bajos, de bárbaros… o de bochornosos. Son esos días en los que no sólo estás más decaído, sino que son los días en los que te das en la rodilla que ya te duele con el pico de un mueble.

Estamos viviendo una situación gravísima, que nunca se ha vivido. La economía cruje, los pulmones de los mayores se cierran y los pensamientos positivos de los creadores se esfuman. Esto es una puta mierda.

Cuando tu trabajo es el de aconsejar, y en parte animar, sueles mantenerte fuerte y no por forzar, sino por la fuerza que te dota la propia responsabilidad. El empuje de tener que ser un ser un referente en tu trabajo te pone las pilas que luego das a los demás, y que te sirve para tí.

Pero hay días en los que situaciones como las que vivimos pueden hasta con la más fuerte de las mentes. Intento ser positivo y cuando tengo un bache me refugio en el entrenamiento. Pero en esta época, y desde hace mes y medio, mi terapia no me está funcionando más que a días sueltos. Sin continuidad. No me termino de concentrar. El entreno lo acorto. A veces lo evito. Esto nunca me había pasado en 20 años que llevo entrenando. En los convierto las mancuernas en mi terapia sanadora.

De cara a los demás transmito lo contrario de forma natural, pero en días como hoy me tengo que esforzar para que mis chicos si rindan al menos. Sigo con las clases online con algunos de ellos. Los que tienen ánimo para hacerlo. Cada día madrugo para prepararles un entreno que puedan hacer en sus casas. Les contesto si tienen dudas. Sigo estando ahí. Pero, en días como el de hoy, soy incapaz de trasladarme todo ese apoyo hacia mi mismo.

Estoy agobiado de estar encerrado. Estoy triste de ver tantas víctimas que ni pueden ser despedidas. Estoy preocupado como Autónomo porque no sé si esto se arreglará pronto y podré trabajar con normalidad, o si habrá otro repunte de infección pasados unos meses y vuelta a empezar. Estoy apagado por ver a los míos igual. Y luego están conocidos que siguen expuestos porque no se les ha dotado de medidas, y pienso tb en su gente mayor, en el que curra con el taxi y está parado, en el que tenía bolos en bodas y lo mismo se las están cancelando, en los que se casan, en los que justo iban a cambiar de trabajo, en los que no tienen ayudas, etc, etc, y etc.

De normal me faltan horas. Soy tan activo que puedo estar haciendo una cosa y pensando en desarrollar otra al mismo tiempo. Anoche me acosté cerca de las 01:30h con trabajo y para arriba a las 06:00h de nuevo… Pero hoy no quiero que me falten horas. Hoy quiero que termine el día y que arranque uno nuevo mañana. Hoy no quiero pensar más.